Una expedición multidisciplinaria, financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y organizada por los centros culturales de España en Rosario y Asunción, que pretende rescatar la tradición del viaje como instrumento de conocimiento, rendir homenaje a las culturas del litoral y registrar las transformaciones que ha sufrido la zona.



Tataendy, tatachina, 27 de marzo

Ñamandu Ru Ete tenondegua
oyvára peteîgui,
oyvárapy mba'ekuaágui,
okuaararávyma
tataendy, tatachína 
ogueromoñemoña.


El verdadero Padre Ñamandu, el primero,
de una pequeña porción de su propia divinidad,
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora
hizo que se engendrasen
llamas y tenue neblina.


fragmento del Ayvu rapyta, cantos míticos de los Mbyá-Guarani que relatan el origen del mundo a partir de la noche primigenia (ara yma)



























Llegando a Formosa, 27 de marzo

El paisaje había cambiado sensiblemente, pero las extrañas formas vegetales aún se inclinan ante el agua, como saludando nuestro paso.






Formosa, 27 de marzo

Llegamos a Formosa poco después del mediodía. Todo fue un vértigo que comenzó con un recibimiento con banda militar, power point y maquetas mostrando el brillante futuro de la provincia, un recorrido turístico ultra rápido, una charla con las autoridades locales y un festival de música en el que solo faltó la banda militar del comienzo. No tomé muchas fotos. Comimos como si fuese la última vez y partimos.

Tatachina rupa, lecho de nieblas, 28 de marzo

Había estado pensando a lo largo del viaje acerca del río como frontera. Pero no entre dos orillas, sino entre lo de arriba y lo de abajo, lo visible y lo invisible, entre un mundo de la superficie y un mundo otro. Pero esa mañana comencé a pensar en el río como pasaje, como frontera a una realidad distinta, o a otro plano de la realidad al que el río nos conducía. El barco avanzaba lentamente hacia la niebla y todo nuestro mundo se desvanecía.














Todos vienen a saludarnos, 28 de marzo

A medida que avanzamos más allá de la niebla, en nuestro último día de navegación, todos se acercan a saludarnos, desde camalotes a palmeras.