Llegada a Asunción, 29 de marzo
El barco, que durante todo el viaje llegó tarde a todos los puertos, estaba arribando demasiado temprano a nuestro último destino. No queríamos llegar durante la noche, de modo que fondeamos durante varias horas, para volver a ponernos en movimiento con las primeras luces del día. Así llegamos a Asunción, mientras parte de la ciudad aún celebraba la noche, entre cantos y risas, y otra parte se preparaba para la nueva jornada.
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