Noche de tormenta, 18 de marzo
A las tres de la tarde levamos anclas, pero la alegría duró poco. A media tarde la tormenta volvió con más fuerza, y con ella, la oscuridad. Algo pasó flotando bajo la lluvia torrencial. Un camalote, supongo. Fondeamos nuevamente, y mientras los reflectores del barco controlaban las amarras en los árboles, creando un onírico teatro de colores y sombras, en el interior del barco, bajo la última cubierta, Jorge Fandermole nos daba un recital que terminó con Mito Sequera cantando en guaraní. El espectáculo terminó en el exterior, con la pirotecnia salvaje de la tormenta eléctrica. Mi cámara no pudo captar eso, lo intenté con el pincel.
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